Agaete es el último pueblo productor de café de Canarias. Una tradición que comenzó en 1788 con la llegada de este grano a Tenerife, junto a otras semillas y plantas procedentes de otros continentes. Así nació el Jardín de Aclimatación de La Orotava. Aquí, el cafeto encontró el hábitat perfecto para crecer en el clima subtropical del archipiélago, convirtiéndose rápidamente en uno de los cultivos favoritos de los agricultores del archipiélago a lo largo del siglo XIX. Sin embargo, entre 1930 y 1940, los cultivos comenzaron a desaparecer. Lo que antes eran hectáreas de campo quedaron reducidas a este pequeño enclave situado al noreste de Gran Canaria. Aquí se cuida el café con mimo. Su fruto crece libremente, se recolecta a mano y sus semillas no se lavan previamente para conservar todo su sabor. ¿El resultado? Una selección de cafés extremadamente aromáticos y complejos con un regusto amargo suave que es sumamente distintivo y que ha hecho que la economía de la zona vuelva a florecer.